domingo, 1 de agosto de 2010

TARZAN , LA SERIE DE TELEVISIÒN

Hay una serie de televisiòn que marco mi infancia, junto con Batman de 1966, estaba otro ¨heroe¨aunque mas  normal, sin poderes ni aparatos, solo un chimpance, un elefante y sus lianas, desde donde se tomaba para viajar a travez de la selva, por supuesto que hablo de TARZAN...

La historia del Tarzán de la pantalla chica está vinculada al productor Sy Weintraub quien había producido las películas protagonizadas por Mike Henry a mediados de los años '60. Las películas fueron TARZAN AND THE VALLEY OF GOLD (1966), TARZAN AND THE GREAT RIVER (Tarzán y el Gran Río-1967) y TARZAN AND THE JUNGLE BOY (1968), todas dirigidas por Robert Day. Se había previsto que la serie televisiva sería protagonizada por el musculado Mike Henry (ex jugador de football), pero luego de las duras condiciones de rodaje en Brasil, y de la mordida que un chimpancé le propingüó en la cara, Henry dijo basta y demandó a la productora de Weintraub por 875 mil dólares, dando el portazo seis meses antes del estreno de su primera película como el personaje (en enero de 1966). A partir de ese momento, si bien Weintraub tenía en la manga esas películas para estrenar en salas cinematográficas, ya se había puesto a pensar en conseguir un nuevo actor para encarnar el personaje en la serie televisiva que tenía vendida a NBC.




Ahí apareció Ron Ely, un texano de 28 años, cuya musculatura si bien era inferior a la de Henry, tenía un porte de respeto. El pequeño Manuel Padilla Jr., que había acompañado al Tarzán de los dos previos filmes, sería la co estrella. La mona Cheetah (o Chita) sería la tercera en discordia. Weintraub no quiso incorporar ninguna "Jane" al asunto, tal vez buscando guiar la serie hacia la acción. "La TV necesita sex symbols," dijo Sy, "y Ron tiene todos los atributos para ello." El rodaje de los primeros episodios fue tan caótico como el de los largometrajes, debido a la llegada de la temporada pluvial en Brasil. Sin embargo se pudieron rescatar tomas impresionantes de Tarzán con el marco de las Cataratas del Iguazú, en la triple frontera de Argentina, Paraguay y Brasil. Weintraub dijo: "estas cataratas convierten a las del Niágara en un chorrito de agua. No hay nada que se le compare, en el aire. Los espectadores lo van a apreciar."
Sin embargo, las difíciles condiciones de rodaje, la presencia de disentería, mosquitos y plagas, desmoralizaban a cualquiera, pero también provocaban más gastos de presupuesto. Luego de varios meses, solo se habían terminado cinco episodios y había ya un exceso de $450 mil dólares del presupuesto prefijado. Las últimas escenas filmadas en Brasil, Ely corriendo por un set que debía prenderse fuego, fueron satisfactorias para todos menos para el propio Ely, que resultó con quemaduras en brazos y piernas. Pero las aguantó estoicamente y no se quejó para nada, ya que desde un principio pidió realizar sus propias escenas de riesgo sin ser doblado. Luego de esto Weintraub ordenó mudarse a México.


Ely decía: "soy un actor, y hago lo que diga el guión. Si usara un doble de riesgo, es como si estuviera engañando al público." Tiempo después confesó: "quería hacer que el público creyera que YO soy Tarzán." En varios episodios Ely tuvo que agarrarse con animales grandes. En una escena él tomaba por asalto a un león, en cuya desesperación por soltarse, mordió a Ely en la cabeza. "Había sangre por doquier", recordó Ely, "pero por lo menos fue realista". En Brasil Ely sufrió una caída por una colina, se raspó la piel de sus pies y fue arañado por un puma y un leopardo. Ya en México, la revancha con el león, en otra escena distinta, le dejó una mordida en la parte inferior del muslo. En su primera semana en México, Ely tenía que hacer una de esos típicos viajes en liana. La escena, filmada en el Parque Chapultepec, requería que se pasara tres veces de liana en liana. Ese día había cientos de visitantes que asistían al rodaje con curiosidad y excitación. Ely pasó bien la primer liana, y tomó la segunda. Pero le patinó un poco la mano y quedó corto para la tercera. Cayó al piso desde una altura de unos 7 u 8 metros, aterrizando con su hombro izquierdo. Trató de levantarse, como si no hubiera pasado nada, pero se volvió a caer inconciente. "Al decir verdad," dijo Ely más tarde, "me sentía en una situación embarazosa, y quería demostrar como que estaba todo bien." Claro que al día siguiente Ely tuvo que ser intervenido para acomodarle los huesos del hombro. Y ahí tuvo entrada la inventiva del guionista, que incorporó la escena de la caída (tomada por dos distintas cámaras) y le insertó el disparo de un villano. Tiempo después Ely fue víctima de otra caída. Esta vez la liana se rompió y al caer, Ely se rompió tres costillas y se esguinzó ambas muñecas. Nuevamente los guionistas reescribieron la historia, y por el resto del episodio, Tarzán apareció con cabestrillo. Luego del rodaje de la primera temporada de episodios, Ely sufrió 17 distintas heridas y lastimaduras. Y esto enervaba a Weintraub, que quería utilizar dobles de riesgo para esas escenas difíciles. "Él no me escucha," decía el productor, "y me asusta. Cree que si tuviera que luchar a muerte contra un león de 250 kg le podría ganar." Naturalmente Ely tenía un seguro de vida por $3 millones de dólares, que costaba a Weintraub $65 mil al año.



En los primeros meses de rodaje en tierras mexicanas ocurrió una tragedia. Había un elefante llamado Modak, un macho de 30 años y 5 toneladas de peso, que fue usado en el quinto episodio filmado ahí. A Modak lo hacían descansar entre toma y toma, y ese día había un par de perros rondando el set. Se ve que los perros enfurecieron al elefante y Modak se escapó, enfilando hacía donde había una mujer con su hijo. El entrenador trató de detenerlo pegándole con un palo, y la bestia empujó al hombre y lo hizo chocar contra una pared, matándolo. Luego de esto, mataron al animal a disparos. El productor Leon Benson logró llamar a todos a la calma para seguir trabajando, pero él mismo renunció y fue reemplazado por Steve Shagan. Para agosto de 1966 Weintraub se había hecho bastante mala sangre, pero tenía finalizados los primeros 11 episodios. Por esa época recibió noticia de NBC que la salida al aire de la serie se adelantaba una semana, del 16 de septiembre al día 8. La medida estaba motivada por la movida de ABC, que había adelantado el estreno de sus nuevas temporadas una semana. Pero Weintraub pensó que esto confundiría a los telespectadores, con la única consecuencia que su serie no tendría buena medida de ráting.


Para la fecha del estreno se celebró en los Estudios Churubusco de México una reunión histórica. Se había pensado en unir para un programa especial a diez tarzanes del cine. Sin embargo solo tres asistieron, pero ¡qué tres!: junto a Ron Ely estuvieron el eterno Johnny Weissmuller, el más famoso de los tarzanes del cine, James H. Pierce, uno de los últimos tarzanes del cine mudo y Jock Mahoney, que por entonces estaba trabajando como invitado en uno de los episodios de la serie. La histórica reunión fue coronada con una fotografía que recorrió el mundo: los cuatro tarzanes con el atuendo característico tomados de sendas lianas. Luego del estreno, los rátings fueron catastróficos y los temores de Weintraub se cumplieron. Paradójicamente los episodios filmados en Brasil fueron los menos llamativos. A medida que se iban emitiendo los episodios mexicanos, el interés del público ascendió y a mediados de Diciembre de 1966 TARZAN estaba entre las veinte series más vistas (claro, estaba también en vigésimo lugar, pero algo es algo, ¿no?).


En marzo de 1967, ante el repunte notorio que la serie había tenido, y el interés tanto de chicos y grandes (tanto hombres como mujeres), la NBC anunció que emitiría una segunda temporada de episodios. El rodaje se llevaría a cabo nuevamente en México, con lo que se desilusionaron todos aquellos del equipo que querían filmar en Hollywood, con las facilidades que esto les permitiría. Pero los presupuestos no les brindaban la posibilidad de tomar tales lujos, y para ello tenían que hacer frente a la soledad y tristeza del desarraigo que los anteriores 15 meses de rodaje habían provocado. Así que para combatir este factor, se planearon rodajes en distintas partes del mundo. En un episodio Tarzán, como Lord Greystoke, regresa a su Inglaterra natal, y en diciembre el equipo viajó a rodar a Londres. Otros rodajes se realizaron en Guatemala y en Mozambique. También se inició la costumbre tener grandes estrellas como invitadas. En un episodio Ethel Merman interpretó a la líder de unos hippies que vagan por el desierto en busca de un lugar donde establecer un pueblo de amor y paz. La Supremes (con Diana Ross) interpretaron a tres monjas que tratan de conseguir dinero para una misión. Otros actores de relieve invitados fueron Julie Harris, Woody Strode, Helen Hayes y James MacArthur (madre e hijo en la vida real), Sam Jaffe y Fernando Lamas. Y quedaron en conversación con Johnny Weissmuller para un futuro episodio.


Pocos días antes del estreno del primer episodio de la segunda temporada, Ron Ely se convirtió en director de uno de los episodios. Pero su trabajo directorial no tuvo los mismos buenos ecos que su labor actoral, y el productor en jefe, Alfonso Tello renunció y dijo que el resto del equipo renunciaría "si él no regresa a los árboles". El productor Shagan intervino y dijo que Ely no volvería a dirigir, con lo que se calmaron los ánimos y Tello regresó al trabajo. Más tarde Weintraub dijo que el problema había surgido por "una diferencia de lenguaje y un mal entendido, debido a la inhabilidad de comunicarse por completo." Recalcó: "Ron hizo uno de los mejores episodios que tenemos... y dirigirá más episodios en lo sucesivo." El 15 de Septiembre de 1967 TIGER, TIGER, primer episodio de la segunda temporada de TARZAN se emitió por NBC. El actor invitado fue James Whitmore y la lucha de Tarzán fue contra un tigre de Bengala de 175 Kg. Los críticos de espectáculos elogiaron esta apertura de temporada por la presencia voluntariosa del protagonista en medirse con la fauna.


TARZAN era un éxito de la pantalla chica, pero para entonces Weintraub ya no era el dueño de ese éxito. En agosto de 1967 había vendido Banner Productions y todas sus afiliadas (junto con los 28 episodios de la serie que aún no habían sido emitidos) y los derechos de TV de Tarzán a la National General Corporation, quienes pagaron a Sy la suma de $5 millones de dólares en acciones, acordando un próximo pago contingente sobre futuras ganancias de las compañías adquiridas. Este futuro pago podría llegar a ser de entre $10 y $15 millones de dólares. Luego de la venta, Weintraub permaneció como vice-presidente de Banner. En febrero de 1968 la NBC anunció que TARZAN no estaría entre sus planes para la temporada 1968-69. Weintraub no se preocupó, ya que "TARZAN es uno de las series con más ráting que es cancelada. Confío que el show volverá al aire a mediados de temporada, por NBC u otra cadena. Por ahora continuaremos la filmación de los episodios para cumplir nuestras obligaciones y nos prepararemos para el futuro, en el que no descarto la filmación de largometrajes con Ron."

Este fue el final de la serie y también del reinado de Weintraub sobre las adaptaciones fílmicas o televisivas de Tarzán. Hulbert Burroughs, hijo de Edgar Rice Burroughs, dijo, desde su respetable punto de vista, que "Sy Weintraub trató de convertir a Tarzán en algo mucho más parecido al héroe que imaginó Papá. A Papá nunca le gustó la interpretación de Johnny Weissmuller, si usted lee los libros de Papá, verá que Tarzán no era así." Luego de su cancelación, los nuevos dueños de Banner trataron de recuperar costos a través del estreno cinematográfico de películas compuestas en realidad por material emitido en episodios de la serie. Esta costumbre, ya desarrollada por otras series, trajo a salas de cine las películas TARZAN'S JUNGLE REBELLION (1967) de William Witney, TARZAN AND THE MOUNTAINS OF THE MOON (1967) de Harmon Jones, TARZAN AND THE PERILS OF CHARITY JONES (1967), TARZAN AND THE FOUR O'CLOCK ARMY (1968) y TARZAN'S DEADLY SILENCE (1970) de Robert L. Friend, todas en realidad compuestas por episodios dobles de la serie.